Se abrieron las pistas de esquí y la zona estaba abarrotada.
Iniciamos la ruta
por el camino Schmid desviandonos
enseguida por su variante superior (camino paralelo por la izquierda), ya desde el principio se pisaba la nieve (aunque
demasiado helada) y sufrimos los primeros resbalones.
Algunos de los mas pequeños se volvieron muy cómodos y
prácticamente hicieron la ruta en trineo usándonos a Jose y a mi como renos
improvisados.
Llegamos a una
pradera intermedia en la zona de Siete Picos donde la idea era tirarse en trineo pero demasiado
viento y poca nieve lo impidieron.
Acabamos haciendo
una pequeña construcción (iglú sin techo) con ayuda de todos los niños. El
muñeco de nieve tendrá que esperar a mejores condiciones.
Estrenamos la
nueva e impresionante pala de nieve que nuestro guía (Jose) se a autoregalado.
Gracias a ella el
trabajo fué rápido y cómodo.
Comimos junto a la
pista de esquí, viendo a los esquiadores y donde los peques se revolcaron
intentando descender en un trineo improvisado ya que el "supertrineo
ferrari" no es apto para estas pendientes si no quieres acabar en Segovia
con todas las articulaciones fuera de su sitio.
Y de vuelta la caravana para subir era enorme a las 3 de la
tarde, así que con las pistas abiertas tocará madrugar mas para subir a
Navacerrada en la próxima excursión.
